Tal vez sea por mis recuerdos de la infancia cuando bajamos el Rin con una canoa. O tal vez solamente porque después de 30.000 millas navegando en el mar experimentamos algo completamente diferentes. De todos modos, con el viaje por el Río Dulce cumplimos con un gran sueño.
En sus últimas millas antes de desembocar al mar el Río Dulce tiene curvas cerradas, está grabado profundamente en las montañas y tiene las laderas cubiertas por la densa selva. Después de hacer el papeleo en Livingston subimos tranquilamente las siete millas río arriba al lago el Golfete.
Verde, como casi nunca hemos visto en tantas variaciones y tal intensidad. Verde claro, verde oscuro, verde amarillo, verde turquesa, verde de oliva, verde de orquídea, azul-verde, … La ciencia dice que el verde es el color del centro. En su neutralidad perfecta entre todos los extremos, tiene un efecto calmante sin cansarse. El color verde promueve cualidades como la amabilidad, paciencia, la tolerancia y la satisfacción. En cromoterapia médica, el verde es el color que equilibra el ritmo del corazón y los riñones. Como los esquimales para el color blanco harían falta cientos de términos diferentes de verdes…
Selva impenetrable, donde cada planta, cada árbol tiene que luchar para conseguir un poco de sol. Y navegamos hasta allí. Zumbando el motor a pocas revoluciones, escuchamos los silbidos de los pájaros, los chirlos de los monos, el murmullo de los grillos. De vez en cuando observamos en las orillas del rio casas sencillas con cubiertas de paja. De ahí salen a menudo cayucos, sus navegantes nos saludan amablemente subiendo mas rápido el rio con sus remos que nosotros. Después de cerca de tres horas llegamos al lago El Golfete; plano como un espejo, rodeado de colinas suaves.
Anclamos al principio del lago delante de la aldea Cayo Quemado. Por suerte nos quedan unos días antes de que definitivamente tengamos que entrar a la marina que se encuentra en el otro extremo del lago.
Con el chinchorro hacemos impresionantes viajes por las vías estrechas en medio de la selva. A las siete de la mañana pasan los niños con sus canoas remando a la escuela. De nuevo, como en Tres Puntas, el único medio de transporte posible es el barco. También visitamos la escuela, los maestros nos reciben afectuosamente. El edificio de la escuela fue construido por la misma comunidad de la aldea, los materiales fueron donados por particulares. Ya que del estado corrupto no se puede esperar nada.
Así pasamos tan inesperadamente los últimos días de la temporada fondeado en un lugar verdaderamente hermoso en agua dulce. Mammern.version02_karibik dice Hans. ¡Que maravilla!, dice Imma.
Die Berichte und Eindrücke sind sehr fasziniered. Sie zeigen uns eine Sicht, die uns verborgen bleibt; nämlich, dass das Glück der Menschen nicht vom «Segen der Zivilisation» abhängt. Es ist höchst beeindruckend, wie diese Leute für einander da sind.
hermosos lugares idílicos y preciosas fotos , un fuerte abrazo que no decaiga
Que bonito final de etapa! Con el barco en medio de la selva. Nos vemos pronto, besos.