Ya tiene tradición. Se inició en el bote de remos de aluminio en nuestra casa de campo en el Mammern (lago de Constanza). Aunque rara vez y sólo con un ligero presentimiento extraño en el estómago nos aventurábamos al país vecino. Al pueblo de Überlingen. ¡Que aventura! Más tarde nos encontramos de nuevo navegando en Barcelona, en Menorca y en Mykonos (Grecia). Y ahora, durante los últimos diez días, navegábamos junto a mi hermano Martin, mi hermana Susanne y mi cuñado Juergen aquí en el sur del Caribe.

Desde el nido de piratas en San Vicente “Walliabou” nos fuimos a Bequia con sus tortugas. En Tobago Keys comimos las langostas en la playa. En Mustique – la isla privada de Mick Jagger y otras estrellas de rock y del cine –  lamentablemente no hemos podido cantar con David Bowie (que también tiene casa aquí). Pero al menos (¡o bien mucho mejor!) el Tuvalu y sus tripulantes fueron bendecidos en la pequeña iglesia, así que : ¡nunca puede salir nada mal!

En Unión Island cruzamos el tanque de los tiburones en el Anchorage Yacht Club sin accidentes. En la hermosa “Palm Island” delante de Carriacou – digna de cualquier anuncio del ron Bacardí – buceamos entre millones de peces de todos los colores posibles. El final de la travesía nos llevó al único lugar posible para la conclusión de este episodio de historia familiar caribeño. “Le Phare Bleu” , una marina hecha por los suizos Dieter y Jana (sí, la ex presentadora del telediario suizo Jana Caniga) en el sur de Grenada.

Diez días intensos de historia familiar, fue genial volver a estar juntos de nuevo en la inmensidad de los océanos. ¡El próximo encuentro ya llegara seguro!

Y ahora? Estamos con David Bowie, con su cancion „Space Oddity“: Though I’m past one hundred thousand miles. I’m feeling very still. And I think my spaceship knows which way to go….. (= Aunque he pasado cien mil millas. Me siento muy quieto. Y creo que mi nave sabe qué camino a tomar …..)

© Fotos: Thanks to Jürgen!