Mi corazón está latiendo más fuerte. La nevera está llena de yogurts. Y no son cualquier cosa – son los verdaderos, grandes yogurts griegos “Total 2%”. ¡Ahhhhhh! ¡Increíble! ¡Por fin!
Desgraciadamente me despierto antes de que me haya comido ninguno. La nevera está vacía, o casi. Y la pequeña tienda en la marina donde se puede hacer compras con CUC’s todo demasiado caro. Desde hace semanas estamos comiendo pollo, tomates, col, patatas. ¿He olvidado algo? No, mas o menos es lo que hay.
Por supuesto hay raras veces algunas excepciones. Hoy por ejemplo comimos langostas, celebrando así la gran victoria del Barça contra el Milán. El resultado nos llegaba a través de sailmail por parte de nuestro “corresponsal” y tripulante temporal Beat M. (¡gracias!). En Cayo Largo hemos intercambiado con los vigilantes del parque de reserva natural cinco langostas maravillosas por dos botillas de “ronsito”. Cocodrilos no había (de vez en cuando lo comen también) y los monos no querían salir de la selva. Supongo que sabían el porque. Pues, nos quedamos con las langostas, lo cual nos entusiasmó.
Verdaderamente Cuba nos gusta mucho, así nos quedaremos un mes más. Acabamos de pasar una semana navegando de isla a isla con nuestros amigos españoles Jordi y Santi. Pero de un punto de vista culinario este país es un desastre. No solamente porque nuestro “chef” Marc R. nos ha dejado en Cienfuegos. Sino porque en este país casi no hay nada de comprar. Ni oficial, ni en el mercado negro. En las ciudades mas grandes hay mercados libres de fruta y verdura, vendedores ambulantes legales y no tan legales, y también algunas tiendas estatales. Pero aquí fuera en los cayos la oferta está muy limitada. Además está prohibido pescar, al menos oficialmente. El sistema de distribución comunista está fracasando por completo. Permanentemente estamos en búsqueda de comida. De repente hay huevos – y luego durante una semana nada. O bien naranjas, patatas, …
Es verdad que la oferta de 22 galletas diferentes o 15 jabones en los megasupermercados de gran superficie españoles también es surreal y no proporciona felicidad. Pero volver a comer un yogurt me gustaría mucho, incluido si fuera cubano.
Zu Kuba und Joghurt fällt mir auch was ein: Als Ibis und Abraham vor etwa 14 Jahren in die Schweiz zogen, war der putzige Abraham auch dauernd am Joghurt essen, was er kannte von Kuba. Und als wir dann selber mit ihnen mal in Kuba waren, gabs auch eine Woche Eier, dann zwei Wochen keine mehr, bloss Bohnen und Reis gabs fast immer. Beruhigend, dass sich gewisse Dinge nur ganz ganz langsam verändern.
hasta luego
Mäck
Pues yo prefiero la langosta! Ayer vi a Alba, está muy guapa, está loca por veros. Duc sigue viviendo que ya es mucho. Llora por las noches, no sé a ver cuanto dura.
Besos