Y aquí está otra vez. El sueño de dar la espalda a la rutina diaria y irse a algún lugar lejano. Por ejemplo a una isla desierta, donde nada nos recuerda al día al día. Donde nadie habla de «la crisis», «el rescate» y de la «prima de riesgo». Desde hace un tiempo ya estamos en ese España deprimido y el TUVALU hermoso está solito en Trinidad. Esperemos que al menos los huracanes no afectan su estancia tranquilla en tierra.
Sí, queremos zarpar de nuevo. El mar nos esta llamando. Pero ¿por qué será? ¿Es el deseo al lejano? Donde aparentemente prevalece «solo belleza, lujo, calma y pasión» ¡Aléjate de aquí, de la España afectada por la crisis! ¿Simplemente porque creemos que la vida en una isla con palmeras esta mejor? ¿Donde el exotismo nos haría feliz, los coloridos mercados del Caribe, el caos incomprensible de las tierras extraños o bien la calmosa lejanía de los océanos?
Ante mí se encuentra el «Pacific Crossing Guide». Bora Bora. Motu Tunga. Hiva Oa. Solamente ver esta palabras me desencadena un deseo insaciable. Por no hablar de las cartas náuticas y las pocas fotos que les acompañan. Durante horas, semanas, me estoy imaginando como pasar por esas arrecife de corales, cuando y desde donde se iniciará la próxima gran travesía. Darwin Cook, Humboldt, Geiss, Columbus, Moitessier, Cornell. Estoy leyendo librerías enteros.
Después de navegar un año entera sabríamos que no siempre todo es genial: «vimos las estrellas y las olas, vimos incluso desiertos, y a pesar de adversidades y sorpresas desagradables a menudo nos aburrimos, al igual que aquí.» Pero esto no nos impide de seguir. «Parece que siempre donde no estoy sería feliz». El hombre es tozudo.
Así por las tardes voy al puerto. En el Port Vell, donde el «encanto infinito y misterioso de los barcos me atraen». Estos «enormes, inmensos, increíblemente incomparables seres que se mueven tan hermosos». Actuando como «un animal dotado de genio» teniendo un comportamiento como «todo el sufrimiento humano, con suspiros anhelos y exhalados.» Ahí donde este sentido del intemporal resuena con las brisas. Un ambiente tal vez solamente comparable con paradas de autopistas y aeropuertos. Pero en los puertos se respira todo aún más intensa. Son menos las sensaciones de llegar o de salir. El aire está saturado de ese ni aquí ni allá, ni ayer, hoy o mañana. De la expectativa a un destino exótico y lejano, todavía inmaculada y intacto.
Viajamos en nuestra mente. En casa, al otro lado del Atlántico, en Cuba, en Tuvalu. Una vez zarpado los viajes son los obstetras de los pensamientos. Liberados de los miedos y limitaciones de la casa, la inmensidad del horizonte del Atlántico, o el caos del mercado del Caribe, promueve la aparición de pensamientos internos. Nuevas ideas a veces requieren una nueva perspectiva. Muchos mantienen sus raíces, sus dialectos, sus tradiciones – la intimidad. Yo sin embargo siempre he sido extranjero. Como forastero sólo puedo afrontar la tradición con añoranza. ¿Buscamos algo – excepto a nosotros mismos?
¿Entonces, a dónde vamos a navegar ahora? Lo bueno de una circunnavegación del mundo a vela es que no existen metas. Tendríamos que ir a ninguna parte y a todas las partes – y nunca hay que dar la vuelta para volver a casa. Lo lejano es nuestra patria. Mi casa es donde me pueden oír.
Charles Baudlair (1821 -1876, gran maestro de la poesía lirica de París) estaba tratando de implementar una sola vez sus sueños intensos de ser viajero: ir en barco a la India. Pero después de tres meses en el mar, delante Mauricio, el barco se encontraba con fuertes temporales. Así Baudlair interrumpió el viaje y volvió a París. El resultado fue un conflicto interno por vida en términos de viajes. Las citas (marcados con “comillas”) son sacado de: Charles Baudlair; diarios, Carl Hansen Verlag, Munich
Imagen: Edward Hopper / Room by the Sea
Me alegra saber de vosotros. Que palabras tan bonitas. Se me pone piel de gallina. Un abrazo
Siempre,un buen momento cuamdo tenemos noticias nuevas de vosotros
y porsupuesto cuando leemos buestras narraciones……..miedo¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡a quedarse en tierra anclado con los fantasmas, de la actual economia y los patrones diseñados;
Enorabuena por ser valientes, narrar vuestras experiencias llena de la belleza que rodea vuestra aventura por no tener miedo a sentir,vivir,aprender y compartir….la verdadera generosidad para el futuro,consiste en entregarlo todo al presente…..gracias
Hans, bist du mehr Philosoph oder mehr Seefahrer?……Du bist beides! Und die Mischung ist perfekt. Mach weiter so! Viel Glück
Katharina und Kurt