Desde finales de septiembre estamos de vuelta en América. Como ya he dicho en otras ocasiones, no navegamos sólo por el mar, la piel salada y el viento, sino también por conocer las culturas y sus pueblos. Pues, al sur del mar caribeño hay un enorme continente a descubrir.
Desde que hemos leído los «Diarios de motocicleta» de Che Guevara y vimos alrededor de 35 veces la película (de Walter Salles, con Gael García Bernal como Che) a bordo del Tuvalu sabíamos: Durante este temporada de huracanes queríamos viajar a América del Sur. Explorando los paisajes salvajes y tratando de entender a su gente.
Empezamos como Che en Buenos Aires, pero sin la motocicleta. Ya no somos estudiantes de 25 años. Coches de alquiler y vuelos nos traerán en dos meses pasando por Chile y Argentina hacia la Patagonia. Ahí dónde los mas atrevidos navegantes cruzan por el Cabo de hornos al Pacifico – nosotros hemos preferido la ruta de la mantequilla que pasa por el Canal de Panamá
Buenos Aires nos fascina enormemente. Vivimos 10 días en un apartamento muy bonito en el barrio de Palermo Viejo. El ambiente de la ciudad nos recuerda a menudo a Barcelona. La ciudad está impregnada por su herencia española; la música, los bailongos y el Tango, la arquitectura y la planificación urbana, su gente tan abierta, amable y alegre. Además compartimos la superestrella Messi. Es como volver a casa en una tierra extranjera.