«Son horribles, de color negro, sucios; parecen estúpidos y sus movimientos son muy lentos. Su ángulo facial extremadamente pequeño, les da aspecto de gran estupidez”.

¿La tripulación de TUVALU después de la llegada a las islas Galápagos, con cara de sueño después de luchar durante días contra un mar abrumador? El autor del citado aclara los hechos: “Podría explicarse, tal vez, esta estupidez aparente por el hecho de que este reptil no tiene ningún enemigo al cual temer en la costa”. Charles Darwin, el súper gurú de Galápagos, describe así las iguanas marinas que encontró a su llegada a la isla de San Cristóbal el 15 de septiembre 1835.

Al igual que nosotros, dos días después de echar anclas en el Wreck Bay (Puerto Baquerizo Moreno) con el Beagle, Charles se baja a tierra. Imaginemos: pantalones bombachos verdes, camisa marrón, salacot, red de caza insectos, cesta botánica. De tal manera ese chico superdotado – que desarrollaría aquí su teoría de la evolución echando por la borda para siempre la visión católica del mundo – pues así despeinado, con la vista algo confusa pero ávido de aprender se inicia a recorrer la isla explorando la flora y fauna: “En una palabra, no hay nada menos atractivo que el aspecto de esta isla. … Todas las plantas tienen un aspecto miserable, y no he encontrado ni una flor”. Verdaderamente un poco decepcionante para el inicio de una cadena de ideas que cambió para siempre nuestra idea de los seres humanos. Solo animales estúpidos y flores feas.

Pero después de la primera marcha aburrida en un camino largo y recto al otro lado de la isla también nosotros empezamos a descubrir lo realmente emocionante. Enormes tortugas de tierra caminando a cámara lenta. Millones de iguanas terrestres deambulando por las estepas. Pinzones de Darwin zumban alrededor de nuestras cabezas. El mar lleno de lobos marinos, tortugas, delfines y tiburones – los últimos afortunadamente no tan interesados en nosotros. Las iguanas marinas tomando el sol en las rocas, en perfecta armonía con los lobos marinos y los cangrejos multicolor. ¿Realmente tan estúpidos son?

Citados: Charles Darwin; Viaje de un naturalista alrededor del mundo; 1845