E aquí otra experiencia mas en mi vida, la de navegar de Fiji a Tuvalu. 570 millas, a bordo de un velero de 40 pies llamado Tuvalu. Tiene su gracia no creéis? Navegar a Tuvalu con el Tuvalu.
Día 1
Levantamos ancla y nos ponemos en rumbo. Pasamos por Mantaray Resort, lo conozco bien, pues es donde hice el curso de buceo y pasé muz buenos momentos, tanto fue así que aquí fue donde decidí alargar mi estancia. Me da melancolía dejar atrás este lugar, pero no hay que mirar atrás, la vida no para, siempre tiene nuevas experiencias preparadas para nosotros.
¡Hemos pescado! ¡Que bien empezamos! Tengo que confesar que al inicio ni me lo plantee como un reto, de pequeña ya había navegado de Barcelona a Mazorca o Menorca, unas 150 millas, un día y medio de navegación y no me pareció nada del otro mundo. Pero claro está que eran otras circunstancias totalmente diferentes, ahora ya no soy una tripulante vacacional, si no, que tengo que hacer de marinera. Ayudar a levantar la ancla, izar las velas, poner rizos, hacer guardias,.. se acabó el chollo señorita, dice el capitán Hans.
Día 2
Anoche fue mi primera guardia, 4h de vigilante del Tuvalu. Un despertador que suena cada 15 minutos, una ronda de 360° alrededor del barco, de vuelta abajo a descansar los ojos 15 minutos mas, y así, durante 4h. Es curiosa la sensación de responsabilidad que se te avalancha en ese momento, pienso que tengo que estar al 100%, que no puedo fallar en nada, la vida de mis padres y la integridad del barco están en mis manos.
¡Prueba superada! ¡Gracias a dios todo salió bien! Amanece ya es nuestro segundo día de travesía, el mar esta movidito, mas de lo que yo esperaba! Vienen olas por babor, olas por estribor, pero el barco no deja de avanzar cortando entremedio de todas estas olas. I aquí estamos a unas 200 millas en medio del océano pacifico.
Empiezo a marearme y con ello llegan mis preguntas. Habré echo bien en meterme en esta aventura? Parará esto de moverse en algún momento? Solo estamos en el segundo día y ya quiero llegar, pues en esto no puedo pensar porque acabamos de empezar. No encuentro mejor manera para aliviar el mareo que ponerme a dormir. Así es, a las horas me despierto de una siesta de babita, curativas por excelencia. Poco a poco me encuentro mejor, llega la noche otra vez y con ello las guardias. Esta noche ya me siento mas tranquila, mas capaz.
Día 3
Hoy por fin salió el sol y llegó un poco de calma, ya es nuestro tercer día. Tenemos una antena medio colgando y el capitán tiene que subir de todo del mástil. Por suerte es valiente, a mi madre le sudan las manos, pero todo sale con éxito, antena arreglada.
Poco a poco me siento mas parte e todo esto, del barco, del mar, del viento, de la naturaleza, me gusta. Agradezco poder estar aquí, poder vivir esta experiencia, y aprender, pues cada día se aprende algo nuevo. Hoy aprendí que tarde o temprano por muy negro que lo veamos todo siempre acaba saliendo el sol. Y que por muy movido que esté todo, los mares siempre acaban apaciguando y con ello llega la calma chicha. Ahí esta el secreto, en RELATIVIZAR, esperar, y poco a poco el tiempo vuelve a poner todo en su lugar.
Otra vez es de noche y empezamos con las guardias, cada vez lo tengo mas por la mano, parece que lo haya estado haciendo toda mi vida. Esta noche el cielo está despejado, se pueden ver millones de estrellas, la cruz del Sur y la vía láctea, es increíblemente precioso. No quiero dejar de mirar esta preciosidad, quiero que se me quede gravada esta imagen para siempre. Otra noche mas, pasada sin problemas, muy tranquila y a motor.
Día 4
Huele a café mmm que rico, me despierto. Buenos días, buena noticia, el capi me informa de que ya solo nos quedan 24h.
Veinticuatro horas, que complejo es el tiempo eh! Según los cronómetros, los relojes, los calendarios,.. Siempre se mide el tiempo de la misma forma. Pero para nosotros es mas complejo. Los humanos no siempre percibimos el tiempo de la misma manera. Siempre se dice eso de que cuando uno lo está pasando bien, el tiempo pasa mas deprisa y por lo contrario cuando uno lo pasa mal o no tan bien, el tiempo pasa mas lento. Pero aquí, en el barco, navegando.. Aún se me hace mas complejo, pues ya tengo otros hábitos horarios distintos, despierto, desayuno, como, ceno, y me acuesto a diferentes horas que en Barcelona, y además estoy de vacaciones. Resumiendo, ya no se en que día vivo ni que hora es, lo que si sé, es que estoy bien. Y que bien se está cuando se está bien.
Día 5
Me despierto y subo a cubierta, ya puedo ver tierra. Tierra a la vista, digo chillando! No me lo puedo creer, que ilusión! Poco a poco vamos avanzando y con ello nos adentramos al atolón de Funafuti. Una vez dentro, buscamos el mejor sitio y anclamos.
Con el motor ya parado no puedo resistirme y me tiro de cabeza al agua, que gustazo! La temperatura del agua es ideal. Por fin hemos llegado, pero aún no podemos ir a tierra, somos “ilegales“ hasta mañana que será lunes y podremos hacer el papeleo pertinente.
¡RETO SUPERADO! ¡FELIZ!
Escrito por Alba
Una gran felicitacio pels tres al capita per la seva valentia a la Imma per la seva preocupacio callada i a tu Alba per k has descrit maravellosament les teves sensacions d’aquests dies.Gantastic un sommi aconseguit.Molts