«Oso polar!».¡No me lo creo! Llegando al Queensland tropical después de un largo vuelo intercontinental: «¡Oso polar!». La primera canción que escucho en la radio australiana recién encendida. «Eisbär!»para ser mas correcto, la canción esta en alemán. «Oso polar – oso polar – ¡hielo frío!». La conozco por supuesto, la banda se llama GRAUZONE. Provenientes de Suiza, los hermanos Martin y Stefan Eicher unidos. 1980, tiempos del New Wave alemana. Pero definitivamente no encaja a Queensland. Hablando de hielo frio…
Unos días más tarde sacamos el TUVALU del agua. Toca pintar el antifouling. Es cuando empiezo a entender. Un pellejo grueso se ha formado en el vientre del TUVALU. «Oso polar – Oso polar – oh ¡Oso polar!» suena la melodía sin parar en mi mente. Y sigue con «osos polares nunca lloran».
Lo tienen bien. Tal vez por eso he volado al otro lado del mundo, para perderme entre islas solitarias y culturas ajenas. En lugar de estar como toca en casa, dedicarme a un trabajo estable y cumplir con mis deberes como ciudadano. Pues, una estabilidad, que como mi querido amigo M.M. me escribe justo en este momento, solo es superficial. De hecho y en verdad uno siempre está «a la expectativa», está esperando cosas que vendrán pronto de acuerdo con los diversos augurios. Crisis del sujeto. El «confort» es sólo distracción, parada temporal. Y todos anhelan más tiempo y tranquilidad.
Muchos de los pueblos indígenas en islas remotas que visitamos nos aventajan con creces. Tienen tiempo de sobra – ¡qué valioso activo! Probablemente por eso navegamos aun alrededor del mundo, lentamente y ya entrando al noveno año. «Quiero ser un oso polar, en el frío polar, entonces no tendría que llorar, todo sería muy fácil». Sí, sí, los chicos de GRAUZONE tienen razón.
Mientras tanto, el TUVALU flota de nuevo en el agua, mucho ya se ha reparado, limpiado, probado, reemplazado. Pronto empezaran a nuevas aventuras, y con la tripulación completa. Con tiempo, pero sin pellejo.
Nb. aqui la canción: https://youtu.be/bIIGKV27FaY
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