Atrás dejamos unas días maravillosos en la Blanquilla. Incluido los chicos de la guarda costera venezolana que nos han controlado han sido muy amables, a pesar de los sellos que faltaban en los pasaportes. Suponemos que las cervecitas frías han ayudado a agilizar el tramite. Playas de ensueño, millones de peces de todos los colores, la tierra lleno de cactus y burros salvajes (¿catalanes?, nos preguntamos). Desde ayer por la tarde navegamos de nuevo. Una noche estrellado, navegar con velas de alisios con vientos del este de unos 15 nudos, la ola es modera, rumbo hacia Les Roques. ¡Que bonito es navegar!
Winterthur liegt unter einer 15 cm dicken prächtigen Schneedecke….
Abrasos Rägle
que guarrindongos que sois , valla una manera de ponernos los dientes largos, disfrutad a tope por todos nosotros, os keremos