Desde hace casi una semana hemos vuelto a surcar el mar. Derivamos hacia el oeste, ya hay 700 millas entre nosotros y Mopelia. Aquí el Pacifico es interminable. Pero los alisios, el mar de fondo largo y los corrientes nos empujan sin cesar. Destino PALMERSTONE, un atolón perdido y olvidado que pertenece a las Islas Cook. Pero un “Trough” (definición de un fenómeno meteorológico local, que conlleva mal tiempo, cambios de viento y rachas) se sienta llegando justo encima del islote. Así su único y bastante precario fondeo ha quedado impracticable. Con estos vientos ya se han perdido varios barcos en los arrecifes.
Algo tristes dejamos la isla atrás y seguimos navegando. No pasa nada, a unas 400 millas ya se encuentra el siguiente islote: NIUE. Al menos también fue descubierto por Cook. Y los dioses nos premian con mar plana, de nuevo con sol, atún, y un baño matinal en el Océano azul profundo. Olvida tu planificación y disfruta el momento. Aquí manada el mar.
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