A menudo comentamos que no navegamos alrededor del mundo porque nos gusta navegar y por los bellos fondeos en los trópicos. Sin embargo si por la gente y las culturas tan distintas. Lo cual nos hace cuestionar nuestros propios valores.
Pero a veces llegamos a una de estas islas paradisíacas como Maninita, la más meridional, más aislada de todas las islas del archipiélago Vava’u de Tonga. La entrada a través de la barrera de coral es peligrosa, difícil de encontrar y muy estrecha. Una vez dentro apenas hay espacio para girar el barco.
Pero entonces nos ahogamos ante la belleza. El mar transparente, celeste, turquesa, azul profundo – en todos los tonos inimaginables. Debajo de la superficie brillantes corales, millones de peces multicolor. La isla pequeña, de arena fina, con rocas de lava. Tupida con verdes palmeras, mangos, helechos. Solo ocupada por miles de aves marinas, incubando sus huevos.
Y nosotros.
Gefährlich und schööö!
Aquests paratges son mmsravellosos.Disfruteu d’aquestes maravelles de la naturalesa.Les fotos son fantastiques.Un pels dos
Wir begleiten Euch in Gedanken, sieht super aus !
Liebe Grüsse aus Raiatea, Polynesien.
Andrea, Lea und Georges
uf que belleza,eso si es único,gracias