happiness

2018-03-15T09:16:26+00:00 10 octubre, 2017|2017, Fiji, Vanua Levu|

¡Talofa talofa! Ya el primer saludo nos hace sentir en casa. En Tuvalu. Acabamos de llegar al extremo noreste de Fiji. Ahí donde hay dos islas habitadas por los residentes de Kiribati y Tuvalu. En la bahía Albert Cove da la isla de Rabi, Mónica y Sim nos abren inmediatamente sus corazones. Nosotros también. Tampoco sorprende: La joven pareja estan viviendo solos en una de las bahías más hermosas de Fiji, nosotros el único yate fondeado delante .

Por la mañana nos muestran su hogar. Construido a partir de lo que está presente en la selva. Tres chabolas pequeñas. Cubiertas con hojas de palmera. La última acaban de terminar, Mónica está muy emocionada de que pronto pueden trasladarse a su nuevo dormitorio. «¿… y qué sucede durante un ciclón?» preguntamos, como siempre preocupados por las posesiones. En las rocas hay una pequeña cueva que ofrece muy buena protección. Y cuando todo termina, como Winston en 2016, las cabañas habían desaparecido. Pero construimos otras nuevas rápidamente, dice riendo.

Por la tarde nos visitan en el TUVALU. Observan asombrados nuestro yate – por primera vez ven algo así. Durante semanas navegando en alta mar con este trasto pequeño, apenas pueden creerlo. Inflamos nuestra pelota del mundo para aclarar de dónde venimos. ¿Si somos ambos de la misma isla, como ellos? No, Imma de Spain, yo de Switzerland. Bueno, no entramos mas en detalles. Es que nos pegan sus sonrisas. Que poco hace falta para ser feliz.

2 Comentarios

  1. Rosa Miranda 10 de octubre de 2017 en 14:48 02Tue, 10 Oct 2017 14:48:44 +000044. - Responder

    Us desitjo.tota la felicitat del mon.Que disfruteu de la illavi de la Monica i el Sim ..
    Que per les seves sonrises sembla k ho tenen ja tot aconseguit.Felicitats a tope.Petonets

  2. Martin Geilinger 10 de octubre de 2017 en 15:28 03Tue, 10 Oct 2017 15:28:59 +000059. - Responder

    So einfach kann das Leben sein! Natürlich ist’s etwas einfacher in der Südsee – wenn unsere Hütte weggeblasen würde bei einem Wintersturm wäre es doch sehr ungemütlich…
    Da scheinen mir die Probleme der Katalanen unverständlich und exotisch: Die einen wollen unbedingt weg, die anderen unbedingt bleiben und schlagen sich deswegen gegenseitig auf die Köpfe – aber hoffentlich nicht noch die Köpfe ab.

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