Ya sugerimos que en Tuvalu podíamos sentirnos como en casa. Aunque los términos de patria e identidad en los tiempos que corren se usa en exceso, y cuando los usamos con el Tuvalu en Tuvalu aun son más confusos. De todos modos, la primera recalada en Funafuti transmite no sólo la sensación de estar en un atolón perdido en el Pacífico Sur; es decir palmeras, playa de arena, laguna, gente amable, sino también la de una urbe.
Sorprendentemente observamos también una gran cantidad de motocicletas de todo tipo – hasta unas pocas bellas Harley Davidson. En una densidad de tráfico que se acerca a la de Barcelona. La verdad es que aquí conducen sin casco y descalzos, con bebés en sus brazos, con los hijos mayores en frente o en un remolque. Pero todos se mueven como si fueran las seis de la tarde en la metrópolis catalana. No es que las distancias sean grandes – la carretera no mide mas de 12 km a lo largo del estrecho arrecife. Ni una montaña, ni una colina modesta (que, por otras razones sería altamente deseable). A menudo corren la pista de aterrizaje del Funafuti International Airport arriba y abajo, el espacio público verdadero del pueblo. Que con su urbanidad no tiene nada que envidiar al Fórum de Barcelona. Aquí se hace deporte, la gente se encuentra, se festeja, se pasea, se deja ver. Los dos, tres aviones por semana casi son anecdóticos.
Y como si estuviéramos en casa (en este caso Barcelona), el sábado nos vamos al fútbol. ¡Exactamente! En la mayoría de las islas del Pacífico son aficionados del rugby. Nueva Zelanda es el campeón del mundo, Fiji campeón olímpico. Pero en Tuvalu se juega fútbol. Todas las noches colocan porterías en la pista de aterrizaje y tanto viejos como jóvenes, hombres como mujeres juegan a fútbol. Justo hoy se ha iniciado en el Tuvalu Sport Ground, el estadio de fútbol de Funafuti (con tribuna, aunque sensiblemente menor que el Camp Nou) la Copa de Tuvalu. Los ocho equipos de las islas juegan unos contra otros. Bueno, la calidad no es como la de Messi y Neymar, pero los suplen con su entusiasmo. A mi lado, Ben se sienta en las gradas. Con su camiseta original del Barça y con el escudo del Barça tatuado en su pierna. Su sueño es ir una vez a Barcelona para quedarse allí, para tener la oportunidad de ver cada partido, para aprender catalán. La fusión total de Tuvalubarcelona – incluso más que nosotros.
En la pequeña biblioteca de Funafuti profundizo en la historia del país. Poco a poco empiezo a a entender. El 16 de enero 1568 llegaron las primeras personas occidentales a Tuvalu. En su camino hacia las islas Salomón el buque de Álvaro de Mendaña (¡exactamente! – el marido de la «Reina de los Mares del Sur«!) descubrió el atolón Nui, nombrándolo Isla de Jesús. No podía llegar a tierra, pero si establecer contacto con sus habitantes. 450 años mas tarde observamos que los «exploradores» españoles al parecer dejaron irrevocablemente sus huellas culturales.
Hi Hans Imma Alba
Wow Thanks for putting my photo on your page. Its was very nice meeting you all in little Tuvalu. I hope you have had a love time here in the place you named your boat after. I will keep reading your blog it will help prepare me for Spain. hopefully we will meet again on my travels next time in your part of the world at the Camp Nou. safe travels to you all let the seas be clam and the wind blow you safely to paradise where ever it maybe God bless
Barca Billz Visca El Barca