Nuestra travesía al mismo tiempo es un reto y una prueba. Hoy en día veleros son casas flotantes, llenados a tope con tecnología. Pero con la desventaja, que balancean todo el rato. Y si no las cuidas tiene de vez en cuando – especialmente por la noche – la necesidad de chocar frontalmente con el amable vecino. Pues, son las cuatro de la madrugada y una vez mas el capitán esta sentado en la mesa de cartas dirigendo el barco, sorteándolo entre los barcos de mercancías que al parecer tienen rumbo a sur de África. ¿Romántico, no? ¡Al menos hay tiempo de escribir un Blog! La única reparación de hoy fue la sustitución de una grilleta, que se ha soltado de la génova. Pero hoy también tenemos otra inauguración tecnológico. Al menos parcialmente. Ya que navegamos por primera vez por la noche con el WINDPILOT (el piloto automático mecánico de viento). Por supuesto ya lo hemos probado varias veces en diferentes condiciones. Una pieza de baja tecnología. Puramente mecánica, sin gastar electricidad. No se puede como en un piloto eléctrico simplemente apretar un botón y ya el barco anda solito. Pero por otro lado también puedes repararlo, si se rompe algo. Pero un WINDPILOT requiere su atención. Justarlo aquí un poco, tensar un cabo ahí. Observar como va. Ajustar las velas. Reajustarlo de nuevo. Y si por fin todo va bien: Confiar. ¿Lo hace como debe? ¿Incluyendo si se hace de noche o si estas escribiendo abajo un blog? Son sensibles, reclaman cariño. Estoy seguro, a pesar de la gramática: son femeninas. Una vez ligado y conquistado: amor para toda la vida. ¿Y la vida social a bordo? Todavía dormimos cada uno cuando puede. Y como siempre me encuentro con Imma a medio día para comer (gambas y ensalada). Y por la tarde durante la puesta de sol jugamos cartas. Un reto con el balanceo y el viento en la bañera. ¿El ganador? La noche, ya no se ha visto nada…
Nb. Imma duerme a estas horas perras, como dios manda. La gramática sigue sin pasar el control de calidad. ¡Perdonarme!
Windpiloten sind weiblich – den satz merk ich mir, du alter poet. und schäkel am genua ist auch genial. schäkern in genua – schmökern in gordola – schnecken in gondeln. Manchmal brauchts nicht mal die weite atlantik-nacht, um gedanken zu spinnen. heute reicht auch ein trüber herbstmorgen. alles gute auf der fahrt, wir hattens ganz toll in cadiz und conil. mäck