De nuevo estamos de camino. Ahí donde ya en 1789 el capitán William Bligh estuvo a la derriba, en una miserable chalupa de 23 pies. En la «isla amigable» (Tonga) fue expulsado por la tripulación del Bounty en un acto de rebeldía. No quería pisar tierra en ninguna isla a su alrededor a pesar de la sed y el hambre. Ya estarían supuestamente pobladas por los «salvajes caníbales de Fiji». The Bligh Waters, se llaman hoy. Consecuentemente solo le dieron su nombre al mar.
Pues bien. Nuestro barco es algo más grande, Imma todavía no ha montado un motín, y tenemos suficiente cerveza a bordo. Puesto que los fijianos nos parecen las gentes más amables del mundo, nada se interpone en nuestras salidas a tierra. ¡Cómo cambian los tiempos! Después del regreso a Fiji navegamos de laguna a la laguna, caminamos por largas playas, buceamos entre maravillosos corales, conversamos con los habitantes no caníbales. Fiji talk. Fiji time.
Zitate stammen aus den Tagebüchern von Bligh: William Bligh; Die Reise der Bounty in die Südsee, 1787-1790; Edition Erdmann ISBN 978-3-8438-0416-5
hola yo acabo de regresar a garraf de nuestra salida veraniega dos mesecitos por las islas baleares . uf que envidia sana que me dais ,sois los mas mejores. da gusto poder seguir vuestra singladura . BUENA PROA