Desde Antigua viajamos en minibus al el lago de Atitlán. En el pueblo de San Marcos vivimos en el Hotel Schumann, perfectamente situado a en la orilla del lago.
San Marcos fue elegido hace algunas décadas por los hippies como un lugar con una energía específicamente espiritual. No estamos demasiado interesados en las brisas de Reiki y tampoco en danzas con la luna llena. Preferimos sentarnos en la terraza, tomar un vino tinto y admirar el lago y los volcanes. Hans sueña por la noche de nuevo de “su” lago de Constanza en Suiza.
El pueblo es una sociedad de dos clases. Abajo en la orilla del lago vivimos donde están los hippies occidentales, unos como si hubieran regersado ayer del festival de Woodstock. Arriba mas en la montaña viven los mayas autóctonos. Nos preguntamos: ¿Aporta esta sociedad de habla inglesa realmente progreso al pueblo? Es cierto que producen puestos de trabajo e introducen valores occidentales. Pero, tal vez es simplemente otro tipo de imperialismo (espiritual).
Con las lanchas cruzamos el lago de pueblo a pueblo. Visitamos los mercados y las cooperativas. En general no somos muy grandes aficionados del folclore y de trajes tradicionales. Pero los vestidos de las mujeres – por supuesto toda tejida y cosida a mano – nos dejan sin el aliento. ¡Qué cultura!
Hola turistas, que fotos tan chulas! Que buena la máquina nueva.
Besos
Que fotos mas espectaculares!
La de los cristos y virgenes , un poco tétricas.
Teneis cámara nueva?
Un beso muy grande
Hola los dos! Las fotos son muy chulas! Y el paisaje es espectucular!
Hablan aquí «de la maquina nueva».. Qué camera te has comprado al final?
Un abrazo, Uli