#5 en medio de la nada: JAKKER

Diálogo con circunnavegadores confinados: La pareja belga Jaklien & Tony Erens-Jeurissen iniciaron su circunnavegación en 2010 en Holanda. Llegaron a Nueva Caledonia a través del Atlántico, el Caribe y el Pacífico. Su yate se llama JAKKER, un Jeanneau Sun Odyssey 42.2 con casco de fibra de vidrio de 12m. En Maupelia, en la Polinesia Francesa, comimos por primera vez cangrejos juntos, desde entonces Toni trata de enseñarnos que volar es más hermoso que navegar.

Hicimos las mismas preguntas a todos los navegantes que participaron en el diálogo. Para no aburrir, a partir del #2 damos solo una versión corta de las preguntas.

Ubicación

Un dicho reza: Nunca preguntes a un marinero a dónde va mañana. Ya que como marineros estamos acostumbrados al hecho de que nuestros planes cambian repentinamente, ya sea por la meteorología, por problemas técnicos o lo que sea. ¿Dónde estáis?

JAKKER y su tripulación están en Nueva Caledonia desde noviembre de 2019. Durante el cierre (que terminó parcialmente el 20 de abril) nos quedamos en Marina Port Moselle. Dado que tenemos un contrato de alquiler para un amarre durante la temporada de ciclones en el muelle de visitantes hasta el 1 de mayo, esto no fue un problema. Al comienzo del cierre (23 de marzo), todos los yates fueron obligados a abandonar la laguna (obligado por la Gendarmería).

Al principio estábamos un poco frustrados de no ser más «libres», pero hicimos lo mejor dadas las circunstancias. Como marineros, estamos acostumbrados a cambiar nuestros planes por todo tipo de razones, aunque nunca podríamos haber adivinado que un virus tendría un impacto tan increíble. Hicimos muchos «proyectos de barcos». Tony hizo el mantenimiento del motor, incluso pintamos el motor. Barnizamos muchas partes de madera dentro del JAKKER, etc., etc. Intentamos preparar comidas agradables todos los días, leer mucho y gracias a la buena conexión a Internet en la marina pudimos ver «Netflix» (un regalo de nuestra hija) y disfrutamos de la serie La Casa de Papel.

Burocracia

Normalmente superamos la burocracia de entrada y salida a los países sin ningún problema mayor, aunque a menudo nos han proporcionado material para anécdotas interminables. ¿Cuál ha sido tu experiencia con las autoridades desde el cierre?

Como somos ciudadanos europeos en Nueva Caledonia (Francia), no tenemos ningún problema con la inmigración. Podemos quedarnos aquí todo el tiempo que queramos. Somos considerados «uno de ellos». Entonces no necesitamos contactar con nuestra embajada.

Nos gustaría volar a casa para visitar a familiares y amigos, pero solo cuando todo el caos del corona virus haya terminado. En Nueva Caledonia tenemos más contacto con los Kanaks (la población original), en lugares como el mercado, ahora que el bloqueo se ha aliviado y hay menos turistas.

Ir a tierra

Como marineros, somos paradigmáticamente móviles. Pero en realidad, los circunnavegadores solo navegan aproximadamente el 20% del tiempo, el resto se encuentran en bahías, charlando con la población autóctona y recogen conchas en la playa. ¡El reto es la cala! ¿Todavía está permitido ir a tierra?

Durante el encierro, solo se nos permitió desembarcar para hacer compras de comida necesarios o para una caminata de un máximo de 1 hora a 1 km de casa para hacer ejercicio o dejar salir al perro. En todo momento necesitábamos tener a mano la «declaración» especial, impresa y completada con nuestro nombre, el motivo de nuestra trayecto afuera, la fecha, la hora en que salimos de casa. Tuvimos que mantener una distancia de 1,5 m de otras personas. No hay reuniones de personas. La multa por violar las reglas: 850 € (una primera penalización), la segunda 1.700 € y la tercera 3.400 € !!!

Desconectado

Durante años hemos viajado solo en unos pocos metros cuadrados. Travesías largas de varias semanas cruzando los océanos, estamos acostumbrado a desconectarte y vivir en tu pequeño mundo. Ahora a la humanidad entera les pasa lo mismo. ¿Te aburres a veces?

Nuestro estado mental no cambió mucho desde el cierre. Estamos acostumbrados a adaptarnos a todo tipo de situaciones. Este es solo otro desafío. También estamos acostumbrados a estar solos en el barco durante mucho tiempo sin otros contactos. Nuestra rutina diaria se mantuvo prácticamente igual, excepto por las compras (una vez cada dos semanas).

No, nunca nos aburrimos. Hay muchas cosas que hacer: proyectos de barcos, trabajar en mapas fotográficos y videos para nuestro sitio web, volverse adicto a YouTube porque tenemos buena conexión a Internet en el puerto deportivo.

Naturaleza

Como marineros, tenemos una relación muy estrecha con la naturaleza, aprendimos a tener mucho respeto por el mar y el clima. También hemos visto cuán frágil es nuestro planeta, vimos directamente las consecuencias del aumento del nivel del mar en muchas islas remotas. Ahora parece que el planeta está devolviendo el golpe. El virus envió todos a casa. ¿Ha cambiado tu relación con la naturaleza?

En el barco vivimos muy cerca de la naturaleza y con nuestro entorno. Desde que nos fuimos, recogemos el agua de lluvia, obtenemos nuestra energía de los paneles solares, usamos el viento para movernos de un punto a otro, tratamos de limitar nuestros desechos. Esa es nuestra pequeña contribución. Pero el mundo necesita un plan de rescate gigantesco, de lo contrario no lo lograremos. Cuando vemos las islas casi hundidas de Tuvalu y Kiribati, el montón de basura en las playas, sabemos, el tiempo se acaba.

Comunicación

En el pasado, circunnavegadores dispararon mensajes con tirachinas a los cargueros para notificar a sus seres queridos que aun no se han hundido. ¿Cómo te comunicas ahora?

Con los seres queridos en casa nos comunicamos a través de WhatsApp. Charlamos mucho y, a veces, hay tiempo para un video chat con los nietos. También enviamos y recibimos correos electrónicos de niños, otros yates, familiares. Si no funciona el Wifi, usamos Winlink a través de SSB. Tratamos de escuchar las noticias mundiales a través de la radio regular en Nouméa y por medio de periódicos en internet.

Por supuesto, echamos de menos los contactos sociales, pero desde el cierre hay un nuevo fenómeno en Port Moselle. Durante el día es muy tranquilo, no hay alma por ahí. Pero alrededor de las 5 de la tarde, la gente está saliendo del muelle. Comienzan su «caminata» diaria. Se detienen y conversan respetando la distancia social de 1,5 m. Hicimos nuevos amigos «corona». Un músico callejero toca la guitarra en el estacionamiento para divertir a las personas que viven en el edificio de enfrente y a las personas que salen a caminar por la noche. Apenas un cuarto de hora canta para hacer el bloqueo más agradable.

Relaciones

Nadie sabe por el momento cómo cambiarán las relaciones entre humanos y entre los estados después de la crisis del virus Corona. Quizás las fronteras permanezcan cerradas o incluso se dibujen nuevas, o aprendamos que solo la solidaridad global nos salva. ¿Ha cambiado tu relación con la ciencia, la política, tu entorno social y también con tu patria en tu viaje?

En nuestro viaje, experimentamos la gran diferencia entre el mundo occidental y los llamados países en desarrollo. Pobres islas, sí, pero la gente es feliz, amigable, abierta, interesada. Ahora, estos pequeños países también son víctimas de la pandemia y la forma de vida occidental. Esperemos que los políticos y científicos y la solidaridad global puedan salvarnos. Todavía creemos en nuestro mundo. En cuanto a nuestro país, tenemos miedo de no poder acostumbrarnos a esa vida agitada de nuevo, aunque sabemos que vivir en Bélgica tiene sus ventajas.

Futuro

Joseph Conrad escribió: Sigue el sueño y sigue el sueño otra vez y tan continuamente, hasta el final. Pero ahora estamos atrapados; ¿se acabó el sueño? ¿Como seguís?

Todavía no renunciaremos a nuestro viaje interminable. Aunque quizás este año será un poco diferente. Es posible que tengamos que quedarnos un poco más. Las fronteras se abrirán eventualmente. Entonces esperamos poder continuar. Para aquellos que están a punto de irse, les diríamos: “¡Nunca renuncies a tu sueño! Aunque es posible que debes posponerlo un poco. »

Positivo

¿Cuál es la mejor experiencia, lo más positivo que has vivido desde el cierre?

Creemos que tenemos suerte, atrapados en una hermosa isla sin más turismo de masas, sin cruceros. Ese es el efecto más positivo de esta crisis para nosotros. Los dugongos, tortugas y peces son felices en este mundo tranquilo.