Las previsiones son claras. Cualesquiera que sean los informes que consultamos, no dejan dudas algunas. No estuvo tan claro durante un buen tiempo, pero ahora definitivamente hay un gran temporal que viene hacia nosotros. Tal vez se diluya en el último momento, o que todo quede solo en un espejismo. Pero las posibilidades de que nos golpee directamente son contundentes.
Se extiende un ligero nerviosismo. Las primeras nubes grises en el cielo se vuelven cada vez más gruesas. El mar es como un espejo, una brisita fresca me acaricia la mejilla justo en este momento. Un pelícano nos sobrevuela rítmicamente, ¿hacia dónde va? Voy a la proa, dirigiendo mi mirada hacia arriba a la jarcia. Aquella clavija hay que apretar y definitivamente debería reemplazar esta polea en el pie del mástil. Tenso ahí un cabo y acá una driza. Imma está abajo poniendo el barco a son de mar. Hay calma, casi demasiada calma.
Es hora de que pensemos. ¿La hermosa bahía en la que estamos fondeados sigue siendo la adecuada durante esta tormenta? Ya que cuando el viento y las olas giren nos golpearan directamente sin protección alguna. Pensamos las opciones. La bahía donde estamos podría convertirse durante un buen tiempo en un infierno. Y los largos paseos por la playa ya no serán posibles. ¿Deberíamos dar la vuelta a la isla, hacia la cala en el lado de sotavento? ¿Aunque los pases entre los corales podrían ser peligrosos? ¿O mejor ir a alta mar, donde no hay arrecifes peligrosos en nuestro camino, confiando en la integridad de TUVALU?
Después de explorar las opciones y como siempre antes de tomar una decisión de calado, Imma me dice «Esperemos 10 minutos«. Decidir por impulso rara vez es bueno. Esperar y pensar siempre es sabio, a pesar de la aparente urgencia. Lo hemos aprendido después de todos estos años en alta mar. Pero está claro que tenemos que actuar.
Así que tomamos nuestra decisión estratégica ya bastante antes de que las circunstancias lo impidiesen. En vez de estar encerrados en nuestro pequeño apartamento en Barcelona afrontamos el temporal global en nuestro refugio en Cornudella del Montsant. Vida en 4 x 4 metros, pero con dos hectáreas de tierra de avellanas a nuestro alrededor. Como en el TUVALU, pero sin el mar. Aire fresco y poco contacto social, sin las aparentes comodidades de la gran ciudad.
En nuestro pequeño mundo casi todo depende de nosotros mismos. No podría ser mejor. Incluso si el viento ya sopla pronto, la lluvia azota y nos encontramos medio mareados en mares espantosos: tratamos de mantener el barco en rumbo. Una vez decidida, la estrategia debe mantenerse.
Porque sabemos que después de cada tormenta vuelve la calma, después de cada noche oscura vuelve a salir el sol. Entonces el mar vuelve a ser plano como un espejo; la paz, el calor y la comodidad se extienden de nuevo. Entonces pensaremos: la vida es bella.
Me alegro de que estéis juntos, sanos y salvos.
Los VagaMundo estamos a bordo, en confinamiento en Las Perlas.
Esperando acontecimientos para ver qué haremos.
Pero de momento el barco es lo que nos parece más seguro.
Abrazos!!
Wieder ein super Blog! Die Analogie ist bestechend.
Auch wir haben unser «Schiff» geprüft und uns auf den Sturm eingerichtet. Unsere Herausforderung wird wohl sein, unsere Strategie durchzuhalten, auch wenn der Sturm nicht spür- und sichtbar ist, wenn die Frühjahrssonne lieblich scheint, Obstbäume blühen, die Vögelpfeiffen.
jaja, aber es schneit hier!
No estamos en el mismo barco, no es la mismo bahia, pero el viento y el temporal es exactamente el mismo, tambien aqui en la sierra de Graubünden.
Un abbraccio (virtuale!) e buona fortuna a voi.
R&D
muchas gracias, alejado en el Graubünden me parece tambien buena opción! bx & abrazos
Hans&Imma os estais volviendo unos poeta. Me alegra pensar que estais en terra firme. Aun que en espacio pequeño… Però segur. Disfruta de ESE campo de avellana y como no de vuestra compañia. Como tu bien dices saldra el sol i volvere os a la normalidad. De esto aprenderemos todos. Un abrazo muy grande y cuidaros mucho. Os queremos. Un saludo de Marci tambien.
Hola Rosa Miranda, muchas gracias, como ves el campo también inspira – no lo hubiera pensado :-)))) un abrazo grande
Me alegro mucho de que estéis a buen “resguardo”
Un super abrazo de esta que os olvida, la ex del Pamalita
Hola Maria Carmen, que alegría leer tu comentario – !vaya años que ya han pasado desde que salimos de Garraf! Cuídate mucho & un abrazo grande. Hans & Imma
Celebro esa acertada decisión y espero que podáis capear de la mejor manera este extraño temporal que nos ha pillado a todos en bolas. Un abrazo desde el Mar Rojo.