Cada día plátanos. Hasta nuestro chef Marc Ryf, que nos acompaña desde Santiago de Cuba, se cansa, Ya que en los últimos días pescamos solamente barracudas, que devolvemos siempre al mar por poder ser tóxico por la enfermedad de ciguatera.
Desde hace diez días estamos navegando en Cuba. Pasando por la costa sur de Santiago a Cabo de Cruz, ya ahora entre los miles de islotes de los “Jardines de la Reina”. Una área de ensueño para navegantes: inhabitado, calas bellísimas, millones de peces.
Acabamos de volver de un barco de pesca que está fondeado al lado nuestro – en el Cayo Cuervo. Teníamos la idea de intercambiar ron por pescado. Recibimos dos kilos de calamares, y la botella de ron todavía la tenemos. Regalado – de marinero a marinero. ¡Que país, que gente mas amable por aquí!.
Desde que dejamos atrás Santiago la compre resulta difícil. Como navegantes solamente podemos ir a tierra en puertos oficiales. Y los cubanos no pueden subir a bordo del TUVALU. Uno de estos secretos de este estado que desde hace medio siglo esta en revolución. Los Castros sabrán porque. Pero como españoles también sabemos como reaccionar (y los cubanos también): hecha la ley, hecha la trampa. Vamos donde nos apetece a tierra ahí donde nos da la gana – y los cubanos suben a nuestro barco . Y para arreglar complicaciones compramos 30 botellas de ron por 2€ la botella en Santiago.
La oferta en los mercados normalmente es bien reducida: plátanos, tomates y cebollas – enriquecido por muchos contactos sociales. Ningún problema ya que nos regalan cosas en cualquier lugar. Ahí dos coles, una bolsa de tomates, allá una langosta. O bien unos calamares como justo antes. Una vez mas se confirma la sabiduría universal. Mas pobre la gente, mas generosa.
Pero la culminación del tema lo han demostrado los chicos de Cabo de Cruz. Cada noche llegaron nadando al TUVALU desde tierra. Nadaron una hora en la oscuridad para que la guardia costera no lo vieran. Limones, huevos, naranjas, langostas, pescado. Mayoritariamente regalado, o bien intercambiado por una camiseta, un trago de ron o bien simplemente para poder charlar un ratito de la gente del otro lado del océano. Y contando que Marc tenia ese mismo día su cumple se fueron y regresaron dos horas mas tarde – CON UN PAVO VIVO. Ya que es la costumbre de celebrar cumpleaños en Cuba con pavo. Desde luego fue su regalo de cumpleaños a Marc.
NB: Lo del pavo suena todo muy surreal, pero es la verdad verdadera. Juntos con nuestros amigos del yate español ALDO lo desplumamos y lo cocinamos…
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