Son la una de la noche, y hace apenas 15 minutos ha pasado lo que siempre temíamos. En la noche oscura se nos ha acerado con gran velocidad una lancha. Rumbo directo hacia nosotros. Imma me despierta, ya que era su guardia. Con gran preocupación miramos ambos a nuestro invitado no deseado. Los luces se acercan cada vez mas. Apagamos nuestros luces de posición para desaparecer en la noche (el AIS ya no hemos puesto desde que zapamos en Trinidad). Faltan cien metros. Pero – uffffffffffff – la lancha sigue su rumbo y se pierde en la oscuridad.
Ya que desde el sábado por la mañana estamos navegando de nuevo. A las cinco y medio de la mañana levantamos anclas en Scotlandbay (Chaguaramas, Trinidad). En las primeras horas el tiempo era horrible. Cruzamos dos squalls (pequeñas tormentas) con lluvias intensas y vientos potentes hasta 28 nudos. Luego empieza una “lluvia de campo”, como se dice en alemán, no para de llover durante horas. Pero al menos avanzamos, gracias también por los dos nudos de corriente en favor. Primer destino en nuestro camino hacia las islas ABC es el islote La Blanquilla. Mucho hemos leído y oído de los piratas feos que supuestamente estarían delante de la costa de Venezuela y que por lo tanto ya no esta tan apetecible para los navegantes. Así elegimos una ruta que consiste en algo como un gran arco hacia las islas ABC. Primero hemos navegado unos 40 millas rumbo norte hacia Grenada, luego giramos continuamente para mantener la distancia prudente a la costa de Venezuela. Fobia de piratas….
Nb. A parte de esto ya todo esta como siempre. El TUVALU esta perfectamente en forma. El tiempo ha mejorado mucho, tenemos vientos de 14 nudos y unos 1,2 metros de olla de popa. Y yo también ya estoy con la rutina. Escribiendo blogs en horas no muy cristianos, enviándolos a través de Sailmail / onda corta. Imma ya duerme con los angelitos. Como en viejos tiempos. ¡Que bonito!
una delicia , me alegro y lo comparto gracias