Con colores. Así hemos vivido las islas caribeñas ya el año pasado. También aquí en Trinidad es mas de lo mismo. Gracias a nuestra amiga navegante Helga hacemos una salida con minibús atravesando la isla. Primero vamos al sur de la isla, para visitar el lago probablemente mas extraño del mundo. Un lago de asfalto. Negro, un liquido denso y apestoso. Desde hace siglos aquí se extrae el bitumen para hacer asfalto. Cruzamos el lago a pie, como en su día Jesús. Pero nos falta espiritualidad, así contratamos un guía para no hundirnos. Ahogados en el asfaltado – seria un final muy triste para unos vueltamundistas.

Después  seguimos y cogemos un barco para visitar los bosques de mangroves, que se encuentran en las zonas cercanas al sur de Port of Spain. Increíble, la cantidad de pájaros que encontramos aquí. El ibis rojo nos encanta especialmente. Al atardecer todos los pájaros se van a dormir en los arboles de algunos islotes. Los ibis comparten pacíficamente los arbustos con otras especies blancas, azules, con pelicanos y colibrís. Hasta con serpientes. Todos encuentran refugio en los arboles.

Así también son los trinidaneses. Un 30 porciento son católicos, un 30% hindús, y el resto cree en voodoos africanos o en nada. Son blancos ,negros, tienen los ojos achinados , redonditos –pero mayoritariamente mezclas de todo tipo. Viven en dos islas muy diferentes – Tobago y Trinidad – , tienen nombres españoles pero hablan ingles. Y sobre todo son encantadores. Ni idea de cómo es un típico “Trinidadytobagonés”…