Detrás de mi las palmeras llegan hasta el cielo, delante el atlántico infinito. Entre medio una playa negra hermosa. Un niño pequeño me chuta la pelota. Apenas lo entiendo. Esta hablando en creol, una mezcla de ingles, francés y african. Pero el fútbol es sin palabras.
El muchacho se llama Johnny. Como mi actor preferido, ya sabéis. Porque hace cinco años aquí en la Bahía de Walliabou se filmaba otra parte de la película „Piratas del Caribe“. Todavía hay varios bastidores desintegrándose lentamente. Los muros son de madera chapeada, mirando por detrás se ve la realidad. Pero: ¿Que lado es el correcto? Johnny hoy ya no se llama Depp. Pero juega a futbol.
Johnny me envía la pelota. Y todos gritan ¡Gol!, al igual como en el Camp Nou. Ahí el mas pequeño es Messi. Aquí es Johnny, de cinco años, que dribla a los demás sin problemas. Ufff!
Lo raro, extraño, sorprendente, increíble, agradable…. sencillamente buscamos lo diferente: En lo ajeno se entiende mejor lo propio.
Nb. Için Bedi – para siempre
Me alegro que esteis viviendo……bueno,sintiendo esta experiencia y que las situaciones que narrais,me hagan pensar en los brillantes de la naturaleza….gracias y aseguir,