Antes de cada cabo – así el marinero sabio lo sabe – la prudencia es lo aconsejado. Estamos navegando en sotavento de Dominica hacia el cabo del sur (Point de Vieux-Fort). Apenas sacamos el morrito y ya nos da como un golpe de martillo: 51 nudos. La lluvia horizontal. Visibilidad cero. Ir contra el viento es imposible. Los arrecifes están cerca.
Pero 15 minutos después todo ha pasado y el viento baja a unos «confortables» 30 nudos. Metemos el tercer rizo en la mayor y ponemos el foque. Y ya nuestro TUVALU murmura de nuevo estable y seguro con 7-8 nudos en dirección Illes de Saintes.
Si, desde hace unos días vamos de nuevo hacia el sur. Vamos a recibir nuestra hija Alba y a su amigo Mario en Fort de France, nos acompañarán las próximas dos semanas. Ojala con vientos moderados…
zum Glück liegt da nicht die Tuvalu auf dem Riff! Wir wünschen Euch eine harmonische und vergnügliche family reunion. Aus dem sibirisch kalten Europa (-15°) grüsst la hermana
Vaya 50 nudos es como el viento que tenemos ahora aquí, la diferencia es que estamos en casa. Que fotos!
¡Biennnnnn! Me alegra ese futuro encuentro con Alba. Estáis hechos unos jabatos.
Petonets.
Felicidades, por tener valor para vivir una aventura tan interesante y no renunciar a ver imagenes como las que colgais,felicidades por redactar la experiencia de una forma tan cercana y clara,me declaro seguidora si me dais permiso,y gracias por recivir a Mario con tanta ilusion y cariño,un beso muy fuerte para los dos,… ahhhh….Mario y Alba son los que me han dado la dirección,…..marissa,
que feliz se te ve en la foto . pura envidia compa